El círculo oscuro
Incluso para un agente del FBI como Aloysius Pendergast esta misión no deja de entrañar grandes interrogantes: ¿cómo reconocer y recuperar una reliquia tibetana robada que nadie ha visto jamás? ¿Qué ladrón es capaz de robar un objeto cuya existencia nadie conoce y que, quizá, nunca podrá dar a conocer? Las advertencias de aquel tesoro prohibido no invitan a mantener la calma: "Ruedas de oscuridad harña girar... quien el Agoycen ose destapar".
En las lejanas tierras del Tibet, el agente especial de FBI Aloysius Pendergast y su pupila, la joven Constance Greene, visitan el aislado monasterio de Gsalrig Chongg para recuperar el equilibrio en sus vidas, después del mortal enfrentamiento con Diógenes, hermano y archienemigo de Aloysius.
Poco antes de completar su estadía, sin embargo, Pendergast recibe una inesperada petición de los monjes: descubrir quien se halla tras el robo del Agoycen, el tesoro más sagrado y secreto del monasterio, una reliquia oculta durante siglos por sus temidos poderes y cuya imagen no ha sido jamás vista, ni siquiera por sus propios guardianes.
Consciente de la importancia de semejante pérdida, en especial en un momento en el que los lamas deben comenzar a buscar una nueva reencarnación del Rinpoche, Pendergast se lanza a la investigación, que lo llevará a seguir la pista de un enigmático asesino que está a punto de embarcar en el viaje inaugural del Britannia, el mayor y más lujoso transatlántico del mundo. A bordo, aun consciente de que se enfrentará a un hombre peligroso, el agente nada imagina sobre las misteriosas fuerzas que operan sobre aquel talismán, que deberá devolver a su lugar de origen antes de que se desaten las fuerzas del mal.
Comentarios
El lunes (si no pasa nada) os daré mi opinión.
no conocia este libro lo juro!
intentaré leermelo en estos dias
un beso
Ely Cervantes
Bienvenido Saggara, tu blog también está fenomenal!
Un Saludo
Saludos
Un Saludo
Supongo que después de la trilogía de Diógenes el listón estaba muy alto y no han sabido mantenerlo a la altura. He echado en falta al viejo Pendergast.
Por cierto Saggara, no te había dado la bienvenida.