La chica que dejamos atrás
La chica que dejamos atrás
Título
original: La
chica que dejamos atrás
Autor: Rafael Garranzo
Ediciones Atlantis
ISBN: 978-84-15228-87-85
SINOPSIS
Una vieja canción que entonaban los soldados azules del
séptimo de caballería con el orgullosos general Custer al mando;
sonsonete, que a través del cine de John Ford, acaso todos conozcamos
tarareemos, sirve para dar título a este magnífico libro sobre los pioneros del
lejano oeste... Pero, detrás de la melodía, hay recuerdos y fantasmas, lagunas
y certezas, pasiones de amistad y odio, de venganza y reconciliación, aunque
posiblemente, las heridas nunca cicatrizaron del todo.
La leyenda del viejo oeste en su faceta más histórica —y
al mismo tiempo literaria—, focalizada en los caracteres y actitudes de esas figuras
legendarias que forman parte del consciente colectivo: Buffalo Bill, Crazy
Horse, Custer Sitting Bull, Calamity Jane... en una narración atenta y veraz
que te ayudará, querido lector, a comprender numerosas curiosidades de unos
hechos legendarios. Bienvenido a “esa forma de infierno que llamamos memoria”.
OPINION DE BELÉN
MÁRQUEZ
Llevo unos días dando vueltas a cómo reseñar este
libro —iba a llamarlo novela, pero creo que no sería lo correcto— ya que es
complicado explicar, de manera fiel, lo que vamos a encontrar.
En primer
lugar, he decidido no llamarlo novela ya que, en ella, no se narra una aventura
o historia de unos personajes concretos desde su inicio hasta el final. En este
libro hallaremos diferentes personajes, cada uno explicando su propia historia.
Desde el general Custer, pasando por el mismísimo Toro Sentado, la genuina y
poco conocida Calamity Jane y otros personajes menos conocidos que tienen igual
o mayor importancia que los más afamados.
La chica que
dejamos atrás es una pequeña joya literaria para aquellos que, como yo, amamos
las viejas leyendas del lejano Oeste. Siempre hemos escuchado historias sobre
el general Custer, Bufalo Bill, Billy el niño, Juana Calamidad, Nube Roja…
desvirtuadas en su mayoría gracias al cine y la amplia variedad de películas
que se realizaron de este género. Pero, ¿cuál es la verdad? ¿Qué sintieron
estos personajes que vivieron en aquellos difíciles tiempos de la conquista del
Oeste? ¿Eran buenos los indios o realmente eran salvajes que secuestraban a las
mujeres «blancas» para mostrarlas como trofeos y
hacer con ellas lo que les viniera en gana?
De un modo
original, Rafael Garranzo nos lleva de la mano de diversos personajes a través
de esta parte de la historia americana. Cada capítulo está narrado por un
personaje diferente y tanto podemos conocer la visión del general Custer sobre
su ataque a los indios, como las impresiones de su mujer, a través de unas
cartas que escribió sobre la misión de Custer, o incluso el diferente enfoque narrado
a través de los propios indios. Conoceremos de primera mano lo que les sucedía
a las mujeres que eran secuestradas por las tribus indias y cómo acabaron
realmente míticas leyendas del Far West.
Los
capítulos no son muy largos y, por lo tanto, no se nos hace pesada su lectura.
Además, el tema es lo suficientemente interesante como para mantenernos
enganchados a su lectura sin poder soltar el libro. Yo recomiendo este libro,
principalmente, a todos aquellos que aman la historia americana o a aquellos
que sientan curiosidad por ella y deseen desmitificar o esclarecer algunos
hechos o leyendas de esa época.
Comentarios
besos
Sólo un apunte: tengo amigos "indios" y sé de buena tinta que les sienta muy mal que les llamen así. Ellos no son "indios", lo son los nativos de India. Ellos dicen que son "Nativos Americanos" y así quieren ser llamados cuando a ellos o su cultura nos referimos.
Buena reseña, como siempre sister.
Apuntado queda =)
Besotes
francamente, una me llamó muchísimo la atención (me dejó de piedra)¡¡¡spoileeer!!!!!! cuando un mediador consigue que dejen en libertad a una mujer a la que han secuestrado y acto deguido le cortan la cabeza y hacen perrerías con la mujer... no me extraña que, en este caso, recibieran ese apodo.
En fin, vale la pena leerlo (como todos los libros, claro, que comentario más tonto)